02.Luces, sombras y alcohol en la Montevideo de los 80s y 90s (Javier Castro)
Jaime Roos, Los Chicos Eléctricos, lo nuevo de Malkmus, el nexo entre El pollito pío y Super Furry Animals por Sebastian Rubin.
LA LECTURA LARGA
Hay dos estadísticas fuertes que definen a Uruguay:
a) son el segundo país que más whisky consume per cápita (1,77 litros por persona al año). Más que EE.UU (1,44) y Gran Bretaña (1,21) y
b) son el segundo país de América con mayor tasa de suicidio (16,80 cada 100,000 habitantes). Antes eran los primeros pero fueron superados por Bolivia.
En el contexto del primer dato, se inauguran los colaboradores invitados de Goldsoundz con Javier Castro, quien tomó dos canciones del pop montevideano (acá nos vamos a permitir tomar la acepción de pop más integradora, que incluye a Madonna y Bad Religion) que hablan de los vínculos sociales y artísticos detrás de los fríos números de esa estadística.
Luces, sombras y alcohol en la Montevideo de los 80s y 90s (Javier Castro)
01
Jaime Roos fue una máquina de éxitos vernácula a finales del siglo pasado, especialmente en la década del 80. Sus canciones eran dagas precisas que atravesaban los corazones montevideanos con su mezcla de murga, candombe y rock.
Navegó sin miedo por el acervo murguístico, que hasta ese momento era reconocido como algo popular pero sin valor artístico. Tal plan derivó en canciones imbuidas de la Montevideo más profunda. “Te mete un par de frases futboleras, una murguita y ta, tiene un éxito” decían sus críticos.
Como las mejores obras de arte: la fórmula es sencilla y el método inteligente.
En este video lo explica:
Pero Jaime no fue un apropiador cultural más, un europeo disfrazado de murguista, sino que también rescató figuras del Carnaval como el Canario Luna, convertido en leyenda cuando lo hizo cantar “Brindis por pierrot”, quizás su mayor éxito.
Para los más curiosos, en el siguiente video se pueden hacer una idea que tipo de personaje fue el Canario Luna
02
En 1987 Jaime saca “Sur”, un disco con viejas páginas regrabadas y alguna nueva, como “Amandote”, canción que se hizo conocida fuera de las fronteras a pesar (o como consecuencia) de ser una de las más sosas de su repertorio. Como un caballo de Troya uruguayo, “Sur” ofrecía a los mercados internacionales, los músicos más importantes de la época en una verdadera selección de invitados. En la milonga “Y es así” están Los Olimareñas, “Si si si” es un jazz rock con Opa, “Candombe de reyes” tiene a Rada tirando magias, “Despedida del gran tuleque” a toda murga con el coro de Falta y Resto, “Carta a poste Restante” contrabandea un aire al altiplano. Todas las piezas musicales surfean entre la vanguardia y el sentir popular.
Las dos mejores canciones del disco son “Lluvia con sol”, una extraordinaria muestra de pop oscuro con muchos sintetizadores y “Las luces del estadio”, en la que nos vamos a detener. La letra es de Raúl Castro, uno de los grandes socios artísticos de Jaime Roos, autor también de “Que el letrista no se olvide” y “La Hermana de la coneja” entre otras maravillas y que por su calidad, merecería una entrada como esta.
03
El tema arranca con un bandoneón displicente que traslada al escucha a esa Montevideo lenta y enamorada del drama del tango. Al unísono, entran una guitarra, un bajo y la voz de Jaime. La canción se arma y el ambiente queda presentado en la tríada: luces pálidas, melancolía, penas de amor. Esta primera parte de la canción finaliza con imágenes vívidas de una potencia brutal, la gran virtud de Raúl Castro como letrista:
“Cuando llega la hora en que no hay más reenganche
y el gallego bosteza mientras cuenta la guita
quedan tres trasnochados empinando el estribo
tintineante el cáliz del agua bendita”
Luego de esto el tema cambia levemente. La guitarra y el bajo levantan el ritmo, se tornan más juguetones, atáxicos, parecen meterse en la atmósfera alcohólica que domina la escena. Se presenta a los parroquianos como hermosos perdedores nostálgicos “prendidos al mármol”
Los versos finales son realmente deslumbrantes por su precisión:
“Agoniza la noche se anuncia el maldito
y el mozo le baldea las patas al escabio
y uno de los tres bate al ver que está aclarando
¡Aguanten, ché! Son sólo… las luces del estadio”
En el tercer acto, Jaime mete “¿De qué te reís?”, una pregunta abierta, beoda, con varios significados. Después aparece un silbido amable que poco a poco se va haciendo disonante y que hacia el final cierra en un free jazz noisero que da un halo épico y relaciona el sonido al Jaime Roos de la tapa del disco, caminando en un amanecer al costado de los muros del cementerio central volviendo de algún boliche.
Esta es la versión que aparece en “Sur”Las Luces del Estadio (Remastered)
Y esta otra es en vivo, enganchada con una versión instrumental de “Retirada” con imágenes de boliches de Montevideo LasLucesDelEstadio JaimeRoos (youtube.com)
04
Ahora es 1994 y los Chicos Eléctricos publican “Alcohol, alcohol”, un relectura del “I´m waiting for the man” de The Velvet Underground . Los Chicos Eléctricos fueron los dueños de la pequeña escena del rock under de los 90. Sus canciones rompieron con la generación anterior. Cuando todo eran aburridos grupos del rock post-dictadura, Los Eléctricos aparecieron desparramando un killer rock urgente con sus orejas más en los Stooges y los Dead Boys que en Bauhaus o Joy Division. Las letras, al menos al principio, eran un cocoliche entre inglés y español. Hacían canciones sobre sexo, drogas y rock n’ roll algo mal visto por los góticos y darkies que cantaban a cosas más trascendentales.
Chicos Eléctricos - Guacha (youtube.com)
Y en vivo, nadie como ellos. Una actitud radical, shows que estaban siempre a punto de estallar y con una arrogancia exacerbada que colisionaba con la pose humilde del montevideano promedio. Se los amaba o se los odiaba con la misma pasión. Un contemporáneo, Ian Svenonius, tenía una canción con los Make-Up donde hablaba de “construir una arquitectura sónica” . Eso fue lo que hicieron los Eléctricos en esa Montevideo de los 90. Manejaban mucha información y sabían usarla, una de las claves para que esa edificación tuviera cimientos firmes. Internet no existía y encontrarse con una banda que versionaba en vivo a Radio Birdman y otros grupos australianos hasta los coyunturales Nirvana y Mudhoney era como ir a Maroñas y ganar por varios cuerpos con un caballo que paga más de 100 pesos a ganador.
En 1994 sale el compilado “Criaturas del pantano”, que básicamente trataba de aglutinar a las bandas que orbitaban alrededor del pub Juntacadáveres
CRIATURAS DEL PANTANO 1994 (youtube.com)
Los Chicos Eléctricos eligen poner un cover de los Mockers y “Alcohol, Alcohol”. Ambas canciones suenan más limpias de lo que habían grabado anteriormente.
05
Unas pequeñas observaciones sobre “Alcohol, alcohol”
1- En “Las luces del estadio” Jaime Roos decía “¿De qué te reís?” mientras que en “Alcohol, alcohol” los primeros versos que se escuchan dicen “No te rías, no te rías”. Está conexión refuerza la obvia: en Montevideo, mamarse está bien visto, es un objetivo fundacional en la adolescencia cuando se concurre a un cumpleaños de 15.
2- Una leyenda dice que la letra de esta canción surgió de un recital beligerante hasta los tuétanos donde los Chicos Eléctricos fueron rodeados por los concurrentes en forma no amistosa al grito de ¡alcohol, alcohol! En ese recital también tocó La Hermana Menor. Escuché al Tussi decir que gracias al ambiente violento de esa noche, tres integrantes de la banda renunciaron. El Tussi, años después, escribió con una puntería digna de Guillermo Tell lo que se vivía viendo a los Chicos Eléctricos en esta canción
El hecho de que quien canta en "Alcohol, alcohol” no sea el cantante habitual de la banda, Nico Barcia, crea un diferencial. La voz de Andy Adler ofrece una fragilidad hermosa a las melodías.
Andy estaba viviendo el canto del cisne en esa etapa de la banda, unos meses después se iba a ir del país como muchos lo hacían en esa época y terminó viviendo en Nueva York trabajando en el estudio de Jerry Teel y haciendo migas con Judah Bauer de Jon Spencer Blues Explosion.
En un libro sobre el punk, alguien describe a Johnny Thunders como un tipo que “saca la derrota de las fauces de la victoria”. Andy Adler fue algo similar a esa definición y su disco póstumo con versiones de Cale, Dylan, Chilton, Yo La tengo y esta de Richard Thompson That's all, amen, close the door - YouTube nos deja con la pena de que se fue muy rápido.
Epílogo
Como se dijo anteriormente, “Alcohol, alcohol” marca un cambio en lo que proponían los Eléctricos. Musicalmente no van tan al frente, no aceleran al máximo y surge entre esas aguas más calmas una lírica interesante en la que se visualiza el aburrimiento y la alienación de una juventud con trabajos mal pagos cuyo objetivo principal era emigrar geográfica o mentalmente, dándose vuelta con lo que fuera como curación suprema.
Por último, una característica de estilo que relaciona “Alcohol, Alcohol” con “Las luces del estadio” es esa tradición con sus raíces en el tango de no tener pruritos en usar términos populares y/o callejeros para comunicar algo manteniendo profundidad y belleza. Los versos finales así lo demuestran:
“En el taller o en la oficina, sin mucho resplandor
bancando giles todo el día, si señor, no señor
algunos tienen un credo, otros un gran amor
yo una sola cosa en mente, dame más alcohol”
Acá la canción Chicos Eléctricos: "Alcohol Alcohol" - YouTube
Unos años después la economía seguía cayendo y los Eléctricos compusieron esta gran canción con el mismo estilo lírico y que va como extra ball, porque fueron la mejor banda de rock de Montevideo y se lo merecen Chicos Eléctricos - "Ok" (youtube.com)
RESEÑA EXPRESS AUTOMÁTICA
The Hard Qartet - Earth Hater
Salió el adelanto del nuevo grupo de Malkmus con Emmett Kelly, Matt Sweeney, y Jim White. Un video con animación de plastilina como si estuviéramos en 1992 pero con las faltas de ideas de 2024. Guitarras que suenan a estar cansados de ensayar, siguiendo un riff y una melodía tan chatos que pareciera que al Cuarteto Duro les negoció las paritarias de la inspiración UPCN. Hay un mínima esperanza: en general los grupos donde no está tan marcada la verticalidad suelen ser lo suficientemente irregulares como para que tenga alguna gema. Habrá que esperar el disco.
EL INÉDITO DE HOY
Sebastián Rubin estuvo invitado a cerrar el Taller de Lecturas Ampliadas y analizó las semejanzas estructurales de El Pollito Pío y Mountain People de Super Furry Animals.
En septiembre vamos a hacer un taller de Discos Aumentados: en cada reunión analizaremos un disco desde un lugar ecléctico, fresco y lúdico.
Ya lo anunciaremos.
Y así llegamos al final.
Este maravilloso newsletter puede ser apoyado con las siguientes membresías:
Membresía Syd Barrett y su gatito ($2500)
Membresía Nick Drake y su poncho ($3500)
Membresía Bonnie Prince Billy y su lancha ($4500)